lunes, 13 de abril de 2009

Ibn Al Jattab, la gloriosa historia del Che Guevara musulmán


Al cumplirse el 40 aniversario del asesinato de Ernesto “Che” Guevara, a manos de un agente de la CIA, se celebran en todo el mundo actos de homenaje y recuerdo al guerrillero argentino. Sin embargo pocos occidentales conocen la historia del Amir Ibn Al Khatabb (o Khattab o Jatab), asesinado en Chechenia, y con una vida paralela a la del Che latinoamericano.

Mas allá de su evidente parecido físico, de su cabello y barba larga, y su cabeza tocada siempre por la gorra de guerrillero, los paralelismos entre ambos combatientes, que dejaron su casa, su familia, y su patria, viajando a países lejanos para luchar por la libertad de otros pueblos, encontrando la muerte, a manos del imperialismo, por haber defendido esas ideas.

A diferencia de Ernesto Guevara, la identidad real del Comandante (Amir) Khattab, no esta totalmente clara. Su nombre de guerra, Ibn Al Khattab es el que ha pasado a la historia de los mártires del Islam, aunque tras su muerte se sugirió que su nombre real podía ser Samir Saleh Abdullah Al Suwailem.

Khattab nacido en el Arabia Saudí en 1969, y como el Che, en el seno de una familia relativamente adinerada y educada. Su padre era árabe y madre caucásica (de Adyghe) Con menos de 20 años de edad, y tras estudiar la lengua inglesa, obtuvo una beca para una escuela secundaria americana en 1987, año del apogeo de la lucha de los muyahaidines musulmanes contra los invasores soviéticos en Afganistas. En aquel año jóvenes de todo el mundo musulmán llegaban en grandes cantidades a Afganistán respondiendo a la llamada autoridades del Islam como el Sheikh Abdullah Azzam (asesinado en 1989) y el Sheikh Tamim Adnani (fallecido en 1988), para unirse a la Yihad contra los soviéticos.

En aquellos tiempos, en que aun no existía la Internet, llegaban a todo el mundo musulmán fotografías, videocasetes, libros y artículos describiendo las proezas de los guerreros muyahidines, que en inferioridad de condiciones, de armas, y de entrenamiento, se enfrentaban a las tropas soviéticas con un valor que rozaba lo milagroso. En la película “Rambo III” de Silverster Stallone, ahora deliberadamente olvidada por los críticos norteamericanos, son los guerrilleros muyahidines los que combaten con el famosos Rambo contra los sovieticos en Afganistán. En aquella época, y antes de que cambiasen los intereses geoestratégicos americanos en la región, los muyahidines es luchadores por la libertad, y no terroristas como ahora los vende la opinión pública internacional.

A finales de ese año 87 Khattab debía partir hacia Estados Unidos para completar sus estudios, pero decidió hacer una escala en Afganistán, como muchos de sus amigos y familiares, con la intención de ayudar a la causa de la libertad. Aquel fue el ultimo momento en que su familia vio a Khattab, que ya no regresaría nunca a su hogar.

Uno de los muyahidines que luchó con él contra los soviéticos, describe así al joven adolescente Khattab, tras su llegada al primer campo de adiestramiento en Jalalabad:

"El campo de adiestramiento en Jalalabad estaba lleno de hermanos que iban y venían casi todos los días. Nos estábamos preparando para una gran operación contra los rusos, y aquellos hermanos que habían completado su entrenamiento estaban empacando sus bolsos y marchándose del campo para ir al frente de batalla. Mientras estábamos preparándonos para partir al frente de batalla, llego un grupo de nuevos reclutas. Entonces noté a un joven muchacho adolescente entre los nuevos reclutas: 16-17 años de edad, con cabello largo y una barba que aun no había comenzado a crecer plenamente. Inmediatamente él se dirigió a los comandantes del campo de adiestramiento y comenzó a rogarles que le permitieran ir al frente de batalla. Los comandantes obviamente se rehusaron a enviar a un joven muchacho sin adiestramiento al frente de batalla. Me acerque a él, lo salude y le pregunte su nombre. Él contesta, 'Ibn-ul-Khattab' ".

Khattab completó su adiestramiento y llegado el día, como sus compañeros, partió hacia el campo de batalla. Uno de sus instructores fue Hassan As-Sarehi, el Comandante de la famosa operación La Guarida del León en Jaji, en 1987. Allí conoció, según relataría posteriormente, a otro joven voluntario del Yihad en Afganistán, también de origen saudí, pero menos activo en el campo de batalla, y más ocupado en cuestiones logísticas, un tal Osama Ben Laden, pero sus destinos seguirían caminos distintos y terminarían perdiendo el contacato.

A diferencia de Osama, Khatabb ganaría su fama en el campo de batalla, enfrentándose cara a cara con el enemigo. Durante los siguientes seis años este joven muchacho se transformaría en uno de los más famosos comandantes muyahidines del siglo XX en todo el mundo. Era conocido por rehusar agacharse ante al fuego enemigo y por no demostrar dolor después de ser herido en combate. Participó en todo tipo de escaramuzas, desde emboscadas hasta operaciones e incursiones, y combatió contra las Fuerzas Regulares y Especiales Soviéticas, estando presente en las mayores operaciones del Yihad afgano entre 1988 y 1993, incluyendo las conquistas de Jalalabad, Khost y Kabul. Casi milagrosamente escapó de la muerte en muchas ocasiones, pero su hora aun no había llegado, ya que el destino le guardaba una importante misión en Europa.

Otro de sus camaradas muyahidines describe como Khattab en una ocasión recibió un disparo en el estomago con una bala del alto calibre (de 12.7 mm) de ametralladora pesada en Afganistán:

"Durante una de las operaciones, estábamos sentados en la habitación de una pequeña casa en la Segunda Línea. Estaba anocheciendo y el combate en el frente de batalla era muy fiero. Unos momentos mas tarde, Khattab entro a la habitación; su rostro se veía pálido, pero fuera de eso el parecía actuar en forma normal. Él entro, camino muy lentamente hasta el otro lado de la habitación y se sentó junto a nosotros. Khattab estaba más quieto que de costumbre, así es que los hermanos percibieron que algo no estaba bien, aunque él ni siquiera por una vez se inmuto o mostró signos de dolor. Le preguntamos si había sido herido; él respondió que en el frente de batalla había recibido una ligera herida, nada serio. Uno de los hermanos entonces se acerco a él para ver la herida. Khattab no quiso dejarlo ver, agregando que la herida no era nada serio. Este hermano obligo a Khattab a dejarle ver y entonces puso su mano sobre el abdomen de Khattab. Vio que su ropa estaba empapada en sangre y que estaba sangrando profusamente. Entonces llamamos de inmediato un vehículo y lo llevamos rápidamente al hospital de campaña más cercano, durante lo cual él continuo reclamando todo el tiempo que la herida era ligera y nada serio."

En otro combate con los soviéticos Khattab perdió dos dedos de su mano derecha mientras intentaba lanzar una granada casera. La granada exploto en su mano y dos de sus dedos fueron cercenados por la explosión. Sus compañeros muyahidines trataron de persuadirlo para que fuera a Peshawar a recibir atención medica, pero Khattab rehusó, insistiendo que poniendo un poco de miel en la herida, como dice la tradición coránica, y vendaje, seria suficiente, y que no había necesidad de recorrer toda la distancia hasta Peshawar. Sus dedos han permanecido en un vendaje similar desde ese día.

El Comandante Khattab luchó en Afganistán hasta que el pueblo afgano recuperó su libertad, igual que hico el Che Guevara en Cuba. Y de la misma forma en que una vez libertada la isla caribeña, el Comandante Guevara se dirigió a otros países de Africa o América Latína para continuar con la lucha, el Comandante Khattab se fue a Tayikistán en 1993 con un pequeño grupo de hermanos muyahidines por la libertad de los musulmanes allí sometidos Y por dos años permanecieron ahí combatiendo a los rusos en terreno nevado y montañoso con carencia de armas y municiones adecuadas.

Después de dos años en Tayikistán, Khattab regreso con su pequeño grupo a Afganistán, a comienzos de 1995. Era en este tiempo que la guerra en Chechenia recién había comenzado y todos estaban confundidos acerca de las inclinaciones religiosas de los Chechenios y el significado religioso de esta guerra. . "Si Usted me hubiese dicho en Afganistán que un día combatiríamos a los rusos DENTRO de Rusia, jamás le habría creído" dijo Khattab en aquella época.

Según relataría años después el hermano de Khattab, este conoció la existencia del conflicto checheno al ver un reportaje en 1995 en un canal de televisión afgano. Así describió Khattab lo que sintió al vera aquellas imágenes de las matanzas de musulmanes chechenos a manos de las tropas rusas: "Cuando vi a un grupo de chechenos llevando cintas en sus cabezas una banda con 'La ilaha illalah...' (no hay mas dios que Allah y Muhammad es Su Mensajero) escrito en ellas, y gritando takbirs (Allahu-Akbar), decidí que había un Yihad ocurriendo en Chechenia y que debía ir allá."

Desde Afganistán, Khattab viajó con un grupo de ocho de sus compañeros muyahidines, directo a Chechenia, llegando allá en la primavera de 1995. Khattab entró en Chechenia como reportero de televisión y siempre fue consciente de la importancia de la propaganda y el poder mediático de información en tiempos de guerra. De esta forma el guerrillero-periodista documento desde ese día todas sus incursiones y operaciones con cientos de cintas de video.

Los siguientes cuatro años harían que las hazañas de Khattab en Afganistán y Tayikistán parecieran juegos de niños. De acuerdo a estadísticas oficiales rusas, más soldados rusos fueron muertos en tres años de guerra en Chechenia que en los diez años de la ocupación soviética de Afganistán.

A Khattab se unieron otros pocos de sus compañeros muyahidines de Afganistán y se pusieron a adiestrar a los Chechenos de la zona tanto en tácticas militares de guerra como en formación religiosa. Llevaron a cabo un número de osadas operaciones contra los rusos dentro de Chechenia (Khartashoi, 1995; Shatoi, 1996; Yashmardy, 1996) y en Rusia misma (Dagestan, 1997 y 1999).

Una de sus operaciones mas osadas fue la emboscada de Shatoi el 16 de Abril de 1996, en la cual dirigió personalmente a un grupo de 50 muyahidines que aniquilaron un convoy de 50 vehículos rusos que estaban saliendo de Chechenia. Fuentes oficiales militares rusas dijeron que 223 soldados rusos fueron muertos (incluyendo 26 oficiales superiores), y todos los vehículos fueron destruidos. Esta operación provoco el despido de varios generales rusos en Moscú, y Boris Yeltsin se vio obligado a responder por esa operación en el Parlamento ruso. Cinco de los guerrilleros muyahidines de Khatabb alcanzaron el martirio en esa operación. Y como solía hacer el Comandante-Reportero, toda la operación fue filmada y escenas y fotografías de ella pueden ser vistas en varias páginas de internet.

Pocos meses después su grupo llevo a cabo una incursión contra un cuartel del ejército ruso, destruyendo helicópteros por medio de misiles anti-tanque, con guía de alambre, AT-3 Sagger, una de las innovaciones que llevó Khatabb a la guerra chechena. Nuevamente esta operación completa, incluyendo la destrucción de los helicópteros, fue filmada en una crónica periodística desde la misma línea de fuego, que humilló aún más al todopoderoso ejército ruso. Entre los comandos del Comandante Khatabb nunca faltaba uno o dos cámaras grabando las operaciones.

Un grupo de sus combatientes también participo en la famosa ofensiva de Grozny en Agosto de 1996, conducidos por Shamil Basayev, y también estuvo en la famosa operación del 22 de Diciembre de 1997, cuando dirigió a un grupo de 100 muyahidines chechenos y extranjeros 100 kilómetros al interior de territorio ruso y atacó el cuartel central de la 136ª Brigada de Rifles Motorizada del 58 ejército ruso en Buinaksk. Esa unidad había sido señalada durante la guerra por las especiales atrocidades que cometían contra los chechenos, y tras la operación de Khatabb 300 vehículos rusos fueron destruidos y un gran número de tropas fueron muertas. Dos guerrilleros muyahidines fueron muertos en esta operación, incluyendo uno de los compañeros afganos de Khattab de mayor rango, el Comandante Abu Bakr Aqidah. Fuentes rusas, sin embargo, declararon que solo 10 vehiculos fueron destruidos y 15 dañados.

Después del retiro de las tropas rusas de Chechenia en el otoño de 1996, Khattab fue proclamado un héroe nacional en Chechenia. Le fue otorgada una medalla a la valentía y el valor por el gobierno chechenio y se le ascendió a general, en una ceremonia a la que asistieron Shamil Basayev y Salman Raduyev, el comandante más brillante de la guerra en Chechenia. Antes que el general Jawhar Dudayev fuera muerto, siempre manifestó hacia Khattab el más alto respeto. Un respeto ganado por sus acciones, no por sus palabras.

Sin embargo, y a pesar de la lucha en el campo de batalla, el Khattab “reportero de guerra” siempre creyó en el Yihad a través de los medios de comunicación. En una oportunidad declaró: "Allah nos ordena combatir a los incrédulos del modo que ellos nos combaten. Ellos nos combaten con medios de información y propaganda, así es que nosotros deberíamos también combatirlos con nuestros medios de información". Por esta razón, él insiste en filmar cada una de sus operaciones. Se rumoreaba que poseía una videoteca con cientos de cintas de Afganistán, Tayikistán y Chechenia, y algunas de sus filmaciones ahora pueden verse en youtube. Él creía que las palabras por si solas no bastan para responder a las afirmaciones falsas de los medios de información del enemigo: una filmación en video debe responder a esas afirmaciones.

Y lo cierto es que su estrategia periodística tuvo efecto en muchas ocasiones, por ejemplo en la operación de Dagestan, en Agosto de 1999, donde su cámara mostró a centenares de rusos muertos, dejando en ridículo la versión oficial rusa que pretendía limitar sus bajas a solo de 40 soldados muertos. Este video, como otros, puede encontrarse en la sección Yihad en Chechenia del sitio web de Azzam Publications.

Khattab fue llamado por muchos musulmanes el 'Khalid bin Walid' de nuestros tiempos. Y consiguió escapar de la muerte e intentos de asesinato en muchas ocasiones, la más cercana de las cuales ocurrió cuando, en compañía de otro de sus hombres, manejaba un camión ruso de cuatro toneladas, que de pronto fue bombardeado por los rusos. El camión fue despedazado lo mismo que su pasajero, pero Khattab sobrevivió sin un rasguño.

Con fama de inteligente (hablaba árabe, pastún, inglés, francés y ruso), valiente y de fuerte personalidad, contaba con la lealtad y la estima de todos sus hombres. Y regularmente verificaba como estában sus soldados, resolviendo cualquier problema personal que pudiese distraerles en el cambo de batalla, y llegando a darles dinero de su propio bolsillo, si tenían alguna necesidad. Khatabb comprendía que sus guerrilleros pudiesen sentir añoranza por sus familias, y en una ocasión declaró: "La principal cosa que nos impide a todos nosotros venir al Yihad es nuestras familias. Todos los que vinimos aquí, vinimos sin el permiso de nuestra familia. Si hubiéramos escuchado a nuestras familias y regresado a casa, quien continuaría este trabajo que estamos haciendo? Cada vez que llamo por teléfono a mi madre, aun ahora me pide que regrese a casa, aun cuando no la he visto en los últimos 12 años. Si fuera a regresar a visitar a mi madre, quien continuaría este trabajo?"

La ambición de Khattab fue combatir los invasores hasta expulsarlos de cada trozo de tierra musulmana, desde el Caucaso hasta las Republicas de Asia Central. "Conocemos a los rusos y conocemos sus tácticas. Conocemos sus puntos débiles; y es por eso que es mas fácil para nosotros combatirlos a ellos que combatir a otros ejércitos", dijo.

En 1998, y junto con Shamil Basayey, Khattab creó un grupo denominado Brigada de Pacificación Internacional Islámica (IIPB), también conocido como el ejército pacificador islámico, que en el año 2003 fue incluido por Estados Unidos en su listado de organizaciones terroristas, donde comparte orgulloso esta calificación con grupos como Hamas, Hezbolah, Al Fatal o, en definitiva, cualquier organización que no se someta a la dictadura del imperialismo, sea del extremo que sea.

En 1999, y como parte de propaganda rusa que pretendía convertir a Khattab en un líder terrorista, Moscú intentó presentar al Comandante como el responsable de las bombas que masacraron a la población civil ese año, pero el 14 de septiembre de ese año, y en un comunicado oficial a todas las agencias de prensa, Khattab, que nunca renegó de todas sus operaciones militares, declaró: “no quisiéramos ser relacionados con los que matan a civiles durmientes con bombas…”. Y se desmarcó totalmente de aquellos atentados cometidos, según él, por las mismas tropas rusas, para justificar las posteriores operaciones de represión y castigo contra los chechenos.

Khatabb continuó luchando, cara a cara, contra las tropas de ocupación rusa en Chechenia, como antes lo había hecho en Afganistán y Tayikistán, y sobrevivió a muchos atentados contra su vida por parte de los servicios secretos rusos, como sobrevivió a aquella granada que le amputó los dedos, a la bala del 12.7 y al bombardeo de su camión, pero en marzo de 2002, la inteligencia rusa descubrió que recibía con frecuencia correo de su madre. En marzo de ese año interceptaron un paquete que incluía una videocámara Sony, un reloj y una carta. El FSB impregnó la carta con una potente neurotoxina (butolínica), e hizo que el envío llegase a su destinatario.

En el campamento guerrillero Khattab se apartó unos metros para leer la carta de su madre y regresó con una palidez cadavérica. Sólo quince minutos después cayó muerto por efecto del veneno. El mismo Basayev ejecutó al momento al mensajero. Mediático hasta el final, el video en el que aparece su cadáver, recibiendo los honores de los guerrilleros chechenos, también dio la vuelta al mundo yihadista.


Khattab murió ese año, pero desde entonces su nombre se recuerda entre todos los muyahidin como el de un mártir, un héroe del Yihad y un modelo a seguir. Y da nombre a un tipo de granada casera, la khattabka, muy popular entre los guerrilleros chechenos..
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